Llevo poco tiempo dedicándome a la ilustración de forma
profesional, pero llevo muchos años en el mundo laboral.
Éso quiere decir que ya hace mucho que aprendí
y que no me dejo torear, que aunque me cueste decir NO a un trabajo que
necesito y me ilusiona, a veces
no queda más remedio e incluso, es necesario.
Igual que cuando vamos a un restaurante no vamos con un presupuesto y le decimos al mesero que cambie los precios de su carta, que queremos comer bien, pero más barato… Igual que cuando viene un señor a arreglarnos la lavadora y por quince minutos de trabajo nos dice "taitantos" euros y se los
damos sin rechistar…. Igual que todo eso es el trabajo de los
ilustradores y de los artistas en general.
Ya he visto muchos comentarios en la red de éste tipo, de otros artistas que se quejan,
y da la sensación de que somos unos "señoritos"
y que queremos ganar millones haciendo garabatos.
Pues no, queremos comer y pagar facturas como todo el mundo y además, ése es nuestro "pecado"…,
queremos hacerlo trabajando en lo que nos gusta.
Se requiere una formación y un talento que no tiene cualquiera.
Mucha gente nos dice: "Qué envidia saber dibujar así…" Es un privilegio, sí. Pero precisamente por eso, por que no lo puede hacer cualquiera, tiene un valor. Y no voy a pedir perdón por ello.
Por desgracia, siempre habrá alguien que lo haga por menos, pero eso sólo perjudica más a la profesión y al propio ilustrador.
Si a un cliente le aceptas un presupuesto bajo porque así están las cosas, ¿cómo vas a pedirle después más dinero por hacer lo mismo?
No pido la luna por un dibujo, pero tampoco lo voy a regalar.
Mi vocación no me llamó por el camino de la fontanería, ni de la política,
y tampoco se me da bien dar patadas a un balón, ni me he acostado con ningún famoso,
así que intentaré seguir ganándome la vida con lo que mejor sé hacer.
Cueste lo que cueste.
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